
Básicamente esta receta no tiene ningún misterio, pero si un detalle que la puede mejorar. Lo aprendí de mi alumno Jaime y consiste en aliñar todos los ingredientes y justo antes de añadirle la mahonesa, con aceite de oliva virgen, sal y unas gotas de vinagre. Esta pequeña modificación la hace más deliciosa si cabe.
Otro consejo que os doy es servir la mayonesa aparte, permitiendo que los comensales la mezclen a su gusto, evitando el peligro de salmonelosis con la sobrante. Claro está, que tendremos que elaborar mahonesa en cada ocasión.
Ingredientes:
1 kg. de patatas
½ kg. de zanahoria
200 grs. de guisantes cocidos
3 latitas de atún en aceite
1 lata pequeña de pimientos del piquillo
Aceite de oliva virgen
Vinagre de Jerez
Sal
Mahonesa
Elaboración:
Coceremos las patatas con piel y las zanahorias peladas (una vez cocidas son muy laboriosas de pelar). Pondremos en una ensaladera, las patatas y las zanahorias cortadas en daditos, añadiremos los guisantes, el atún desmenuzado y los piquillos picados. Aliñamos con el aceite, la sal y una pizca de vinagre y mezclamos muy bien.
Llevaremos a la mesa acompañada de la mahonesa.
Le podemos añadir huevo cocido, pero este también acorta el tiempo de conservación.
Por supuesto, si la vais a elaborar y consumir el mismo día, lo anterior no procede.
Aquí, en Cádiz no entendemos una ensaladilla sin picos, pero para gusto existen los colores.